Cuando estás embarazada, puedes pasar horas imaginando como será tener al fin a tu bebé en tus brazos, imaginas su cara, su risa y su llanto, a medida que pasan las semanas inviertes días mirando ropa, cuna, teteros, leyendo sobre lactancia materna y quizá hasta empiezas a preguntar por un pediatra que satisfaga tu estilo de crianza, pero hay un punto que generalmente llena de mucha ansiedad a las futuras madres y ese es el parto.

Actualmente gracias a las redes sociales y los medios de comunicación se ha podido rescatar la importancia del parto, de lo fisiológico, es decir de lo normal y se respeta el tiempo del bebé para decidir llegar al mundo, así como el ritmo de la madre para pujarlo. 

Quizá has leído un poco al respecto y te has ido familiarizando con términos como “parto vaginal luego de cesárea” o “parto humanizado” y has descubierto en ti el poder de todas las mujeres: que eres y somos capaces de parir. Si, puede asustar un poco la idea pero que nadie te diga que no eres capaz.

El tener un parto humanizado es el derecho de todas las mujeres embarazadas, es la forma ideal de terminar 9 meses de mucha espera y recibir en las mejores condiciones a tu bebé. 

¿Cuál es la diferencia?

El parto humanizado o respetado sucede cuando se le permite a la futura mamá participar de forma activa en el proceso, brindándole información y la posibilidad de vivir el trabajo de parto en la posición más cómoda para ella y en un ambiente agradable dentro de las posibilidades de su condición de gestante y del centro de salud. 

Lamentablemente en Latinoamérica el proceso de parir ha estado manchado por la violencia obstétrica que se vive en algunos centros de salud, donde la madre pasa las contracciones acostada en una cama, con una vía endovenosa donde quizá no había necesidad, expuesta muchas veces a personas desconocidas y alejada de aquellos en quienes ella puede confiar, en su momento más vulnerable la mujer es obligada a pujar cuando el médico lo dice y sin más se llevan su bebé lejos de sus brazos irrespetando el instinto y la necesidad de tenerlo cerca. 

Afortunadamente muchos países se han sumado esfuerzo y ya existen leyes que protegen a la mujer durante el parto, además cada día se suma más personal de salud capacitado y dispuesto a ofrecer la experiencia de un parto respetado. 

Vivir la experiencia de un Parto Humanizado.

Cuando leemos las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud nos damos cuenta, que cambios sencillos hacen una gran diferencia. El parto humanizado se cumple cuando ofrecemos los siguientes puntos a la madre.

-Atención respetuosa, ofreciéndole trato adecuado y privacidad, además de apoyo continuo durante el trabajo de parto, si es posible permitirle acompañamiento de una persona de confianza y de su elección. 

-No acelerar el trabajo de parto si este transcurre con normalidad y sin alteración de los signos vitales de la madre o del bebé.

-La futura madre debe contar con técnicas de relajación como respiración profunda, meditación, incluso escuchar música si ella lo desea, para conseguir alivio del dolor, si cuenta con un acompañante este puede darle masajes o aplicarle compresas tibias para ayudarla a conseguir comodidad.

-No se debe limitar la movilidad de la madre en trabajo de parto, por el contrario, se debe alentar a que ella camine y adopte posiciones que le ofrezcan comodidad, hemos tenido la oportunidad de ver videos de madres en trabajo de parto que caminan, realizan algunas posiciones relajadas de yoga o que incluso ponen música y bailan, cada una vive la experiencia según su más profundo sentir.

-Durante el momento de dar a luz, la mujer tiene derecho de elegir la posición que desee y que le permita pujar con fuerza, así como respetar que inicie el pujo cuando ella sienta la necesidad inminente de pujar, además la episiotomía no es obligatoria y su necesidad de realización se evaluará dependiendo del caso.

-Luego del nacimiento, el cordón debe ser pinzado tardíamente, es decir luego de haber transcurrido al menos un minuto del parto. El recién nacido sano debe mantenerse con su madre, recibiendo contacto piel con piel, incluso los cuidados inmediatos pueden ser realizados en el pecho materno.

-Se debe permitir el apego precoz, consiguiendo así el inicio de la lactancia durante la primera hora y asegurando que permanezcan juntos el resto de la estancia hospitalaria.

Mi experiencia.

Como obstetra siempre me he encargado de que la futura madre sea tratada con respeto y dignidad, no existe diferencia para mi si ella quiere o no un parto respetado, porque mi condición de médico y de mujer me lleva a escucharla y atenderla durante todo el proceso, ofrecerle la confianza de que yo como su ginecóloga respetaré su necesidad de movimiento, de pujar cuando lo desee, de vivir una contracción caminando o escuchando música que pueda relajarla. 

La realidad es que ofrecer un parto respetado con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud saca de la zona de confort a la gran mayoría del personal médico, nos desafía y nos obliga a trabajar en equipo, gineco-obstetra, pediatra, enfermera, asesora de lactancia, doula, un equipo en pro de ofrecer la mejor experiencia a la madre que se estrena.

Si estas embarazada y quieres vivir la experiencia de un parto humanizado, pero te da miedo, no te preocupes ¡Es normal! Para eso cuentas conmigo, despejaré tus dudas y te acompañaré durante todo el proceso, mi consultorio en el Centro Comercial del Centro Profesional Santa Paula, Caracas está disponible para ti, tengo la experiencia y el mejor equipo de trabajo para cuidar de ti durante el parto humanizado.